Mordiste la quietud
de tu pensamiento,
de tu pensamiento,
una forma voraz, de manzana,
se hizo visible.
Recorriste el camino furtivo
de la ausencia,
se hizo visible.
Recorriste el camino furtivo
de la ausencia,
lesionando la dureza ocre
de tu superficie,
de tu superficie,
abrazando la textura firme
de tus oquedades
de tus oquedades
y dejando sin aliento,
al ritmo de tu sangre.
al ritmo de tu sangre.
2 comentarios:
Parece una voracidad producto de tormentas emocionales.
Besos.
Hola Cecilia,
muy buenas tardes,
gracias por hacerme volar nuevamente con tus letras, solo yo sé hacia donde me llevan.
Única, esa es la palabra que te caracteriza.
Te deseo una gran semana
un beso gigante
Publicar un comentario