Alguien,
que disfruta
de la profundidad
del viento
y lo que evoca consigo,
en la tibieza de la brisa...
A una niña,
que desafía
la humedad de la lluvia
floreciendo sus sombras
y descubriendo sin prisa,
la inocencia de su historia.
A ese Ser tan ámplio,
tan veraz e insondable,
que irrumpió
en la candidez de su magia,
al calor de Diciembre.
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