En el exilio, el silencio de un planeta
cayendo de los ojos sin mirada,
sin tierra, un mapa de arena desierta.
Entre tú y yo, la estela de un cometa,
una supernova que perturba el vacío
en la sed, se hace vida, se hace huella,
penetra por los labios entreabiertos
y en la sangre, para recoger la siembra.
No más destierros, no más demencia
no hay sequía, ya saciada la aridez,
encarnamos en la piel de una estrella.
cayendo de los ojos sin mirada,
sin tierra, un mapa de arena desierta.
Entre tú y yo, la estela de un cometa,
una supernova que perturba el vacío
en la sed, se hace vida, se hace huella,
penetra por los labios entreabiertos
y en la sangre, para recoger la siembra.
No más destierros, no más demencia
no hay sequía, ya saciada la aridez,
encarnamos en la piel de una estrella.
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