En la profundidad silente
del sonido velado,
gimió el eco de tu sabiduría.
Osciló refulgente
en racimos de luz
un rocío aparente,
vibrante de energía pura
y equivalente a la proporción
de mi anhelo más subterráneo.
Fue la sombra dúctil de tus alas,
madre ejemplar de mi conocimiento,
la que abrió en el silencio,
la flor diáfana de la muerte
y despertó al origen.
y despertó al origen.
Allí no existe derrota alguna,
la voz retorna en consonancia
para volver a nacer en la intensidad.
2 comentarios:
Splendid photo!
Thanks, Roland. Light helps image...
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